Concesionarios de playa, en alerta: «Ibarguren nos cambió las reglas del juego a mitad de camino» 66% de aumento a balnearios

Luis Sansa, vocero de la Asociación de Concesionarios de Playa, manifestó su profundo malestar tras el aumento del 66% en las tasas municipales a los balnearios. Advirtió que la medida rompe la ecuación económica de la temporada y que el impacto se trasladará inevitablemente a los precios de la gastronomía y los alquileres diarios.
El clima de verano que reinaba en el sector de los balnearios de cara a la temporada de verano se vio empañado en las últimas semanas por una decisión del Poder Ejecutivo: un incremento del 66% en las tasas. Para los concesionarios de playa, esta medida no solo es «drástica», sino que representa una ruptura en los acuerdos de moderación que se habían conversado previamente con el gobierno municipal.
«Salimos a hacer una oferta en septiembre y octubre bajo un pedido de moderación en los precios para no espantar al turismo», explicó Luis Sansa en diálogo radial con Pinamardiario. «Hicimos la preventa con una calculadora en la mano, proyectando salarios, cánones y costos operativos. Ahora, este aumento nos deja con un ‘huevo en el estómago’ porque se rompe la ecuación y ya no podemos dar marcha atrás con lo vendido».
El impacto en el bolsillo del turista
Sanza fue tajante respecto a cómo este nuevo costo afectará al público. Dado que la mayor parte del mes de enero ya fue comercializada a precios fijos, los concesionarios deberán compensar el déficit en los servicios que aún no tienen precio cerrado.
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Alquileres diarios: Lo que no se haya prevendido sufrirá un «traslado fuerte» en el valor diario de carpas y sombrillas para compensar la pérdida de rentabilidad.
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Gastronomía: Al no existir preventa en este rubro, será el principal sector donde se refleje el ajuste. «La gastronomía es lo que nos va a dar la caja para afrontar este nuevo costo», admitió Sansa.
Números que preocupan
A pesar de que el vocero calificó el movimiento actual en la ciudad como «esperanzador» gracias al buen clima, las estadísticas de reservas muestran una caída respecto al ciclo anterior:
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Segunda quincena de enero: 75% de ocupación.
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Primera quincena de enero: Cerca del 50%.
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Comparativa: «El año pasado, a esta altura, estaba todo enero vendido», lamentó el empresario.
Críticas a la desinformación
Sanza también aprovechó para responder a ciertos análisis mediáticos que simplifican la rentabilidad del sector. «Hay gente que cree que lo que uno vende es lo que se mete al bolsillo, olvidándose del cocinero, el gas, las cargas sociales y el canon. Si hacés los números de gastronomía de forma impecable, la rentabilidad ideal es de apenas el 22% o 23%», aclaró con indignación.
Actualmente, la Asociación, liderada por Marcela Crespo, mantiene mesas de trabajo con el Ejecutivo buscando alternativas que logren «morigerar» un impacto que consideran impredecible y dañino para la proyección de la temporada.
La «Bajada de Línea» que no cumplió el Municipio
Según relató Luis Sansa, el pedido del Ejecutivo hacia los concesionarios fue claro: no espantar al turismo con costos extraordinarios. «Nos pidieron moderación y nosotros cumplimos», señaló el vocero. Sin embargo, con el 70% de la preventa de enero ya cerrada bajo esos parámetros de austeridad, el municipio decidió, de forma unilateral, incrementar las tasas un 66%.
«Esto nos deja con un nudo en el estómago. Nos dijeron que las reglas eran unas, armamos nuestra propuesta comercial en base a eso, y ahora nos cambian todo a mitad de camino. Es un cambio impredecible que nos descoloca a todos», sentenció Sansa.
¿Austeridad para quién?
La crítica apunta directamente a la incoherencia de la gestión de Ibarguren. Mientras el Intendente promueve a Pinamar como un destino amigable, las medidas internas cuentan otra historia
