21 de diciembre de 2025

Traición en el recinto: el voto de Errasquin habilita la suba de tasas que vendrá y deja mal parada a LLA

Lo que debía ser una sesión para consolidar la oposición se convirtió en un escándalo político. Horacio Errasquin rompió filas con La Libertad Avanza y El Peronismo, entregó la mayoría al oficialismo de Ibarguren y, entre denuncias de supuestas extorsiones, allanó el camino para un nuevo golpe al bolsillo de los contribuyentes.

En una maniobra que muchos ya califican como la «gran traición» del año legislativo, el concejal Horacio Errasquin dio la espalda a su propio espacio político para convertirse en el aliado impensado del oficialismo. Su voto no fue uno más: fue la llave maestra que el Intendente Ibarguren necesitaba para destrabar su gestión y, fundamentalmente, su esquema recaudatorio.

La excusa de la víctima

La sesión estuvo cargada de una tensión inusual. Al momento de justificar su decisión de romper con la estrategia opositora y levantar la mano junto al PRO, Errasquin apeló a una defensa dramática. El edil denunció ser víctima de «aprietes, amenazas y extorsión», intentando colocar un manto de victimización sobre su cambio de bando.

Sin embargo, para el arco opositor y los vecinos presentes, la denuncia sonó a coartada. La narrativa de la coacción no alcanzó para tapar la realidad política: Errasquin entregó la mayoría automática al oficialismo, dinamitando la interna entre el PRO y los libertarios, y dejando a Jouffre sin capacidad de fuego en el recinto.

El costo de la traición: Vía libre al aumento

Más allá de las intrigas de palacio, el voto de Errasquin tiene un efecto colateral directo sobre la economía real de la ciudad. Al alinearse con Ibarguren, el concejal ha despejado el camino para que avance el paquete de medidas fiscales que el Ejecutivo ya envió al cuerpo deliberativo.

En la práctica, esto significa una luz verde para la suba de tasas municipales. El «tasazo», que hasta ayer encontraba un freno en la paridad de fuerzas, ahora cuenta con los números necesarios para ser aprobado gracias a la mano alzada de quien ingresó al HCD prometiendo ser una alternativa. Comerciantes y contribuyentes, que esperaban un freno a la presión fiscal, se encuentran ahora desprotegidos ante la voracidad recaudatoria de la intendencia.

Salida bajo fuego

El clima social no tardó en manifestarse. La salida de Horacio Errasquin del Honorable Concejo Deliberante (HCD) quedará registrada como una de las más hostiles de los últimos tiempos.

Lejos de encontrar empatía por sus denuncias de amenazas, el concejal fue recibido en la vereda por un grupo de vecinos y comerciantes indignados. Entre insultos y reclamos, los manifestantes le recordaron que su voto habilita un ajuste que muchos negocios locales no están en condiciones de afrontar.

Lo que queda tras la sesión es un escenario político fracturado y una certeza económica: las tasas van a subir, y la firma política de ese aumento, paradójicamente, vendrá de la mano de un opositor que cruzó la vereda.

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